María: Aquí estoy, mucho gusto Maureen- dijo esbozando una sonrisa de triunfo-.
La cara de Maureen cambió completamente y la tuya también pues ni te fijaste en que momento María ya no estaba a tu lado.
Esto se pondrá bueno -pensaste-.
Maureen: Así que tu eres la que me está quitando a MI Richard
María: Uy, pues fijáte que no sabía que Richard era propiedad de alguien
Maureen: ¿Te crees muy lista no?
María: No, no me creo, lo soy.
Maureen "Ay si no me creo, lo soy"- dijo burlonamente- si lo fueras como dices sabrías que Richard está conmigo. ¿Verdad amor?- pero antes de que él pudiera contestar, Maureen le dió un beso forzado-.
Tú (en voz baja): Uuuuu Maureen, si yo fuera tú, no hubiese hecho eso, es oficial, ya valiste jajaja.
María: Sos puta muerta
Maureen: Que dijis- pero no puedo terminar, ya que el puño lleno de ira de María aterrizó justo en su boca, impidiendo que siguiera hablando.
María: ¿Qué decís ahora puta, eh?- decía mientras pateaba fuertemente a Maureen sin importar la clemencia que ésta le pedía-.
Maureen: Por favor ya basta por favor
María: Si lo hago ¿qué?
Maureen: Desaparezco de sus vidas, te lo aseguro
María: Mmmmm está bien
La ya desfigurada e irreconocible Maureen a causa de los golpes y sangre, esbozó una leve sonrisa de alivio, pues ya la dejaría... o almenos eso parecía.
María: Pero sólo para asegurar, haré esto- y entonces María la puso boca abajo (osea con la cara hacia el piso), tomó los brazos de Maureen y apoyándo su pierna (de María) en la espalda de Maureen, comenzó a jalar los brazos de ésta, haciendo que la pobre mujer se desgarrara del dolor y finalmente la chica argentinamente enojada consiguió su objetivo: Romperle los brazos a Maureen.
Así le rompió los brazos María a Maureen, y claro que esa parte está inspirada en esa pelea de Naruto
María: ¡Andate de acá puta si no querés que te rompa las piernas! -gritó a Maureen-.
Maureen casi moribunda no dudó en volar de ese lugar
Ringo y María se miraron, entonces decidiste regresar a la fiesta, o tal vez no pasar por ahí, pero de repente escuchaste la voz de John llamándote y no querías que te encontraran así que no te quedó mas remedio que pasar por allí.
Tú: María, me voy a mi casa, John ya viene y lo que menos quiero en estos momentos es verlo.
Ringo: ¿Qué pasó?
Tú: Una larga historia que María te puede contar, por el momento tengo prisa, no quiero toparmelo (osea encontrartelo), pero no te preocupes Ringuis- y le diste un beso en la mejilla-.
María: Ve con cuidado
Tú (acercándote a su oído): Buena pelea, como en los viejos tiempos
María sólo se limitó a reír, te alejaste y ellos regresaron a donde se habían quedado.
María: Ringo, yo... pérdoname, creo que se me pasó un poco la mano
Ringo: ¿Un poco? María- pero ella interrumpió-.
María: En verdad lo siento, me dejé llevar, seguramente estás muerto de miedo
Ringo: Un poco
María: Y seguramente ahora me ves diferente
Ringo: Así es
María: Y también estoy segura que me vas a dejar después de esto
Ringo: María, tengo algo que decir
María: Ya sé que dirás seguramente me vas a dej...
Ringo: ¡ENSÉÑAME A PELEAR ASI!
María: ¿Qué?
Ringo: Me impresionaste, definitivamente eres mi chica, ven acá. Y la acercó a él mientras se besaban por un buen rato.
MIENTRAS PAUL Y ANDREA
Paul estaba en una especie de aprieto, pues Andrea quería seguir bailando y él estaba muy cansado. Paul le dijo que podía bailar con alguien más, que no habría problema. Y asi fué, ella consiguió a alguien mas para bailar, lo que Paul no sabía era que ese chico era tan apuesto, que simplemente los celos lo inundaron poco a poco.
Andrea bailaba animosamente, cuando sintió un golpecito en su hombro: era Paul, con cara de pocos amigos.
Andrea: ¡Amor!
Paul: Andrea, ¿ya nos podemos ir?
Andrea: ¿Porqué? pensé que te la estabas pasando bien
Paul: Yo no pero tú evidentemente sí
Andrea: ¿A qué te refieres con ese comentario Paul?
Paul: ¿Acaso no es obvio?
Paul salió de la fiesta y Andrea trás él.
Andrea: ¡James!
Paul: ¿Qué?
Andrea: No me contestes así, ¿porqué hiciste eso?
Paul: Porque era obvio que te la estabas pasando bien sin mi
Andrea: Paul ¡Basta! sabes que sólo bailaba, además me dijiste que bailara con quién yo quisiera.
Paul: ¡Yo quería que bailaras conmigo!-dijo con ojos cristalizados-.
Andrea: Wow, ¡pongo celoso al beatle mujeriego! jajaja
Paul: Jajaja ¡claro que sí!
Rieron un rato más
Paul: Lo siento, no debí comportarme así, pérdoname soy un tonto
Andrea: Sólo un poco
Ambos ríeron y todo volvió a la normalidad.
MIENTRAS TÚ Y JOHN
Tú llegaste a tu casa en un taxi, saubiste a tu habitación e hiciste unas llamadas, justo después de colgar John entró a tu habitación. Tú estabas buscando algo.
John: Muñequita déjame explicarte
Tú: Lo siento John, estoy ocupada
John: ¿Con qué?
Tú: Buscando una maleta
John:¿Maleta?
Tú: Ah, ya la encontré
John: ¿Qué rayos haces?
Tú: Me voy de viaje
John: ¿Qué? ¿A dónde?
Tú: Sí John, a Nueva Zelanda, mi padres tienen un apartamento allá-dijiste cerrando la maleta de un madrazo- todo esto me ha confundido y estos 5 días me ayudarán para aclarar mis ideas y sé muy bien lo que vi.
John: No, no lo hagas, por favor.
En eso se escuchó un claxon
Tú: Lo siento John, es mi taxi, adiós
John: ¿No piensas regresar?
Tú: Obvio. Tengo una fiesta de fin de año que dar, puedes venir, pero no traigas a tu amiguita rubia o alguna otra zorra, porque si es así ni creas que habrá espacio para ti en esta casa, de hecho, lo estoy considerando. Bueno, adiós.
Dejaste atrás a John, subiste al taxi y llegaste al aeropuerto. Posteriormente anunciaron tu vuelo, y ya en el avión simplemente te dedicaste a dormir.
18 HORAS DESPUÉS
Un nuevo día comenzaba y ya estabas en Nueva Zelanda, llegaste rápido al apartamento de tus padres. Estabas decidida a pensar bien las cosas, aunque ya tenías una probabilidad: terminar a John, pero a la vez no podías hacerlo, pues lo amabas con locura, pero esas cosas como las que viste ese día simplemente las odiabas (¿y quién no?)
Los días pasaron, lso 2 primeros días recibías llamadas de John que al momento de contestar colgabas. Al 3er día desaparecieron, ahora estabas en el 4to día, sola, en la noche, leyendo un libro y también disfrutando de la maravillosa vista del apartamento en medio de la ciudad, comiendo galletitas en lo que llegaba la cena que habías encargado.
La vista
¡Por fin la comida! - dijiste-
Pero cuando abriste la puerta sólo dijiste:
Tú: H-hola, no sabía que estabas aquí- y tu corazón se aceleró terriblemente, mientras tenías una mueca muy extraña en tu cara, entre sorpresa y felicidad-.
P.D. Bueno chicas trataré de subir otro cap mañana o el sábado muy temprano para cerrar el año, aunque nos sigamos leyendo obviamente. Espero no haberme pasado con esa pelea de María, pero como ustedes pidieron violencia, pues eso les di ajajajajaja. Saludos. :D
